Acaba 2015, acaba un buen año para Denaderu. Acabémoslo con un GRACIAS.
Si miro atrás y pienso como empezó el año, no me creería como lo estamos acabando.
Me piden que haga un resumen corto, sencillo y claro de cómo acaba el año para Denaderu, de como acaba el año para la guardería de Debre Zeit y las familias del barrio de Kebelle 2. Allá voy.
Si algo define este año es la perseverancia, la ilusión y la credibilidad de todo el equipo de que si se puede cambiar la situación de vida de mucha gente etíope con muy poco que hagamos desde aquí.
Si algo puede definir mi año en Denaderu, es el ORGULLO e INMENSA GRATITUD que tengo por todo lo que entre todos estamos moviendo, por todo lo que GRACIAS A MUCHOS estamos construyendo.
Sin darnos cuenta nos hemos pasado el año haciendo campaña de sensibilización y concienciación con los más jóvenes en colegios, siendo todos ellos partícipes de gran cantidad de eventos solidarios, de tal forma, que han llegado a hacer de Denaderu y Etiopía parte de su día a día, incluso de su ocio o actividad deportiva. Porque donde hay concienciación hay futura acción. Porque donde hay conocimiento, la posibilidad y opciones de solución es mayor.
Sumado a ello y entre todos, sin ser conscientes, conseguimos llenar la sala Morocco de Madrid y reunir a 6 pedazo de grupos para recaudar de forma completamente altruista fondos para nutrición. Tan sólo con lo mejor que todos ellos saben hacer, cantar bonito a la vida, cantar con el corazón.
Llegó el verano, y nos dimos cuenta de que no somos pocos en esto de echar una mano, en esto de ayudar. Llegó el verano, y el equipo creció. Andrea, Juan, Clau, Jaime, Carla y Chabeli con su inmenso valor, junto a Miguel, Ele, Pablo y David han demostrado a muchos que la revolución joven con valores, existe. Que la revolución joven de generar progreso es una realidad.
GRACIAS a todo ello, y sobre todo gracias a lo que las personas somos capaces de mover, en la guardería de Debre Zeit hemos podido garantizar un plátano diario para 100 niños durante todo el año, y durante los meses de verano, además de dar desayuno complementario en verano a más de 230 niños de forma diaria. No tengo palabras para describir la felicidad que esto nos genera a todos en el equipo. La felicidad exponencial que supone para los más pequeños poder desayunar no se puede asemejar a nada en la vida que antes haya conocido.
Al mismo tiempo se está generando una vía de escape en la vida de niños y jóvenes etíopes, que suponga una alternativa firme a su futuro más próximo mediante becas de escolarización. Si, becas de escolarización. Becamos a niños y jóvenes como si fuésemos grandes universidades becando a alumnos excelentes. Porque para nosotros, Etiopía está lleno de estudiantes excelentes, posibles médicos, ingenieros y maestros que pueden llegar a serlo gracias tan sólo a un pequeño empujón. Escolarizar con el único y principal objetivo de acotar el círculo vicioso que genera la pobreza.
Y será por la suerte que hemos tenido de ser arropados en nuestra vida, y seguramente también por cómo hemos sido arropados en Etiopía, que en este último periodo del año hemos decidido arropar a las familias de los pequeños del barrio. Hemos decidido ayudar, en la mayoría de los casos, a las mamás que son cabezas de familia con el apadrinamiento desde España. Gracias a nuestros socios, su confianza ciega y su creencia en un mundo más justo, los apadrinamientos están siendo reales y directos, que con muy poco, están dando un respiro a mucha gente en Etiopía, ¿que sería del ser humano sin su familia? ¿y sin una madre?
Este año ha sido ESPECIAL, ESPECIAL GRACIAS A MI EQUIPO (incluida esa gente al pie del cañón que son el empujón que necesitamos cada día.)
Ese equipo que todo lo lucha, y que gracias a su capacidad crítica y constructiva sobre lo que está pasando cada día en Etiopía ha sembrado semilla que crece desde España.
Porque mi Equipo es especial. Es especial porque en su diversidad individual se encuentra la combinación perfecta para moverse con una perseverancia e ilusión común: sacar ideas y proyectos a flote, no dejar que el barco se hunda y tratar de ponerlo en rumbo cuanto antes. En su capacidad de perseverancia reside lo que hace que te enganches con ilusión. Es lo que hace que de una vez por todas, nos pongamos manos a la obra y seamos conscientes de que TODOS GENERAMOS UN CAMBIO QUE DA VIDA.
2015 me hace sentir un firme orgullo de formar parte de un equipo de personas, voluntarios, socios y colaboradores que están dando lo mejor de sí. Un grupo de gente que entre todos está siendo capaz de ser esos ojos que nos faltan aquí, para poder ver lo que está pasando allí.
Sólo le pido una cosa al 2016, que las ganas, perseverancia y ayuda (como bien de moda está ahora), nos acompañen cada día para seguir en nuestro camino de MANTENER Y GENERAR UN BIEN COMÚN, EN ETIOPÍA, y en muchas ocasiones, AQUÍ.
Que comience el 2016.
"Empieza haciendo lo necesario, después lo posible, y de repente te encontrarás haciendo lo imposible."
Ali